lunes, 23 de octubre de 2017

Propuesta de la Unión General De Trabajadores del Ecuador (UGTE) al XI Encuentro de Sindicalistas Latinoamericanos y Caribeños.

LA TERCERIZACIÓN Y LA LUCHA DE LOS TRABAJADORES POR SUS DERECHOS

En el enfrentamiento de clases, tanto la burguesía como la clase obrera, elaboran e impulsan políticas que van en función de sus intereses; esto, en lo ideológico, político y organizativo.

Desde la burguesía, de distintas maneras siempre apunta a atacar los derechos de los trabajadores, en el objetivo de hacerlos presa fácil para la sobre explotación; en esa práctica se institucionalizó la Tercerización, que es un mecanismo de triangulación laboral, en la cual los trabajadores quedan en la indefensión. Como parte de lo que la patronal llama Flexibilización Laboral.

LA TERCERIZACIÓN UN PRODUCTO PARTICULAR DE LA LLAMADA “FLEXIBILIZACIÓN LABORAL”

La Tercerización, como parte de la llamada “Flexibilización Laboral”, es una política de la burguesía para sobre explotar a la clase obrera, en base a desarmarla ideológica, política y sindicalmente; busca dispersarla, enfrentarla y desconocer derechos laborales y sindicales, mediante el mañoso criterio en esta triangulación laboral, que no se establece con claridad con quien o quienes, los trabajadores, acuerdan sus relaciones laborales.

Esta práctica fraudulenta, de la patronal, viene desde los famosos “contratistas”, práctica que con el tiempo, los explotadores, la fueron perfeccionando al punto de volverla empresa rentable; es de tener presente que con este tipo de contratos se da paso a la profundización de la precarización laboral.

En la lógica del capitalismo, los trabajadores deben rendirles ganancias en todo lo que más puedan; en el caso de la tercerización, se da una ilegal, burda y miserable utilización del ser humano; conocidos por todos es, que se contratan, a través de supuestos terceros, a personas para que laboren en determinada empresa o institución; del monto de dicho contrato, queda una parte, en manos de los que firman el “arrendamiento del trabajador”.

O sea que unos cuantos pícaros ganan sin hacer nada con la sangre y el sudor ajeno, mientras que los otros pícaros, los que se benefician directamente de lo que genera el trabajador, se quedan con la plusvalía que produce el obrero.

Claro que en muchos casos los mismos empresarios son los tercerizadores, con lo cual el negocio lo hacen redondo.

Es innegable que quienes son tercerizados están expuestos a los abusos interminables de la patronal, ya sea en jornadas laborales que fácilmente superan las 12 horas diarias; ya sea en remuneraciones en las que se las recortan sin derecho al reclamo; ya sea en la estabilidad, afiliación a la seguridad social, con la famosa rotación en la contratación que cambia sólo en el membrete del contrato, pues en los hecho sigue en la misma ubicación; ya sea en el pago de utilidades, en las que no tiene siquiera derecho a patalear.

Si bien esos derechos son vulnerados de forma burda, lo principal de la tercerización está en impedir el cumplimiento de derechos colectivos y en particular el de libre derecho a la organización sindical y contratación colectiva, con ello impiden el derecho de educarse sindicalmente como clase obrera.

Vale concluir que con la tercerización se cumple la lógica del capitalismo de obtener mayores ganancias sobre explotando el trabajo asalariado; que la tercerización es una de las causas de la precarización laboral.

EL PAPEL DE LA INSTITUCIONALIDAD BURGUESA Y EN PARTICULAR DE LOS GOBIERNOS.

De forma ilegal y hasta abusiva; lo que es más, aprovechando la afectación del movimiento obrero en los años 90´s, en el caso de nuestro país, ésta práctica fue legalizada con acuerdos ministeriales, decretos ejecutivos, sentencia judiciales y leyes; desde luego por los representantes de las oligarquías que participan en los órganos del ejecutivo, legislativo y judicial.

Fueron muchos los casos en que se demostró la responsabilidad directa y solidaria de los patronos, el acceso que le asistían a los empleados a beneficiarse de aspectos de la legislación, la obligatoriedad de la filiación a la seguridad social, pero esto no importó, a jueces de todo tipo, para negar y desconocer derechos de los trabajadores.

La aplicación de la tercerización en empresas e instituciones públicas, demostró la naturaleza de los gobiernos de turno, que en diferentes casos no sólo eran representantes de empresarios, sino que actuaron como patronos directos, como dueños principales o accionistas de las empresas usuarias o prestadoras de servicios.

LA ACCIÓN DEL MOVIMIENTO SINDICAL EN CONTRA DE LA TERCERIZACIÓN.

El movimiento sindical y en particular el sindicalismo revolucionario, en todo momento denunció y rechazó la tercerización como medio de sobre explotación a los trabajadores; de diferentes maneras demostró las ilegalidades que se cometieron con esta forma de contratación laboral; si bien en un comienzo se mostraron limitaciones en el nivel y alcance de las acciones, estas fueron creciendo en medio de importantes iniciativas que unieron y movilizaron a importantes sectores.

En el caso del Ecuador, en medio de la lucha contra el neoliberalismo y de los golpes que se asestó a este modelo, el combate contra la tercerización tomó fuerza y puso en el debate de la sociedad, a la tercerización y sus alcances como uno de los temas principales.

Seminarios, paneles, conversatorios, asambleas, debates en otros espacios fueron tomados por el movimiento sindical para ganar razón en su posición de condena a la tercerización, desde luego que parte de la condena era EL PLANTEAMIENTO DE LA ELIMINACIÓN DE ESTE SISTEMA DE SOBRE EXPLOTACIÓN A LA CLASE OBRERA, llamado tercerización.

Importante experiencia se dio en el plano de la propaganda, con lo que se ganó la adhesión de otros sectores populares, los mismos que sumaron fuerzas en esa importante cruzada, por los derechos de los trabajadores.

El movimiento sindical no se quedó sólo en la prédica de su propuestas, junto a la difusión de sus planteamiento caminó en desarrollar la organización de trabajadores tercerizados, en unos casos buscando la legalidad y en otros impulsando acciones que se hicieron sentir, al punto que varias reclamaciones tuvieron que ser aceptadas.

La organización de tercerizados rompió el marco de lo local, hubo experiencias interprovinciales y por rama de trabajo; los conflictos particulares tomaron mejor alcance que obligó a muchos patrones a preocuparse y dar respuesta.

Si bien las principales experiencias fueron en el sector público, de ninguna manera puede pensarse que nada pasó en el privado; allí hubo la solidaridad, como aspecto principal, de lo poco que había en organización sindical.

En el cambio de correlación de fuerzas políticas, a lo que aportó el movimiento obrero y popular, se estableció un nuevo escenario en el que la lucha CONTRA LA TERCERIZACIÓN alcanzó nuevas posibilidades; las que fueron aprovechadas adecuadamente para golpear de forma contundente.

Es así que en la letra de legislación, tanto en Mandatos Constitucionales, como en la propia Constitución, se señaló el reconocimiento de derechos laborales y sindicales, al tiempo que se reducían espacios para esta forma de contratación laboral.

Si bien la victoria no fue total, no es menos cierto que ese triunfo parcial animó más la lucha sindical; de forma inmediata se incrementó el número de sindicalizados y con ello crecieron las centrales sindicales.

LAS NUEVAS MAÑOSERÍAS DE LOS TERCERIZADORES.

Siempre señalamos que lo alcanzado en materia de derechos laborales, en la Constitución, fue importante, que se dio paso a avances democráticos; pero al mismo tiempo sostuvimos que no se habían alcanzado todos los derechos que corresponden, que el cumplimiento de lo logrado estaba en relación a la capacidad de acción para exigir su cumplimiento.

En el caso de la Tercerización manifestamos, en su momento, que se la había golpeado, pero que no quedaba abolida, vale recordar las vacilaciones y debilidades de la bancada del gobierno que los orientó y llevó a dejar aspectos que posibilitan mañoserías, a favor de la patronal, en lo contractual.

Más adelante, como expresión de la derechización de Correa, se fueron agregando a distintas leyes, varias “iniciativas” de contratación que hacen parte de la precarización laboral.

Como iniciativa del Correísmo, a la tercerización laboral ahora se la llama externalización de servicios, concepto y práctica que en muchos casos contradicen abiertamente lo establecido en el plano legal; vale recodar que con la externalización se despide trabajadores y se entrega a terceros áreas que son total responsabilidad de las empresas e instituciones.

En otros casos se siguen manteniendo contratos mediante terceros, aduciendo que son actividades de alcance tecnológicas, cuando en los hechos es una simple actividad manual y rutinaria que la hacen los trabajadores a la intemperie.

NUESTRA PROPUESTA ACTUAL.

Como se señaló al inicio del presente trabajo, las clases sociales, a través de sus organizaciones, elaboran e impulsan propuesta de acuerdo a sus intereses de corto, mediano y largo alcance; en el caso del sindicalismo revolucionario levantamos la bandera de la lucha de la clase obrera por el cumplimiento de su misión histórica; la lucha por edificar su sociedad, EL SOCIALISMO.

En esa vía para unir y desarrollar la organización y acciones clasistas convocamos al combate por la recuperación y en defensa de los derechos laborales y sindicales, derechos tanto colectivos e individuales; derechos que protejan a los trabajadores de la voracidad empresarial y le permitan irse uniendo y tomando conciencia de sus interés de clases reivindicativos y políticos.

De forma particular, en la lucha contra la tercerización, planteamos la eliminación de todo tipo de contrato que precarice la actividad laboral; que las modalidades de contrataciones sean en relación directa con quienes se beneficie de la obra; señalamos que en el caso de actividades ocasionales, por temporadas, de servicios profesionales, ya están establecidos los tipos de contratos que corresponden.

Insistimos que la posibilidad cierta de combatir el desempleo es desarrollando el aparato productivo nacional, utilizando toda la capacidad instalada y de ninguna manera eliminado o recortando derechos a los trabajadores, como lo hacen hasta ahora y con lo cual jamás han resuelto los problemas de la economía.

Queda claro que la lucha por los derechos de los trabajadores está en íntima relación a la capacidad de acción del movimiento sindical y a la correlación de fuerzas políticas que existan en las instituciones que aprobarán la legislación correspondiente.

Por ello la propuesta no es sólo legal en primer lugar, sino y sobre todo sindical para potenciar al movimiento de trabajadores en el escenario actual con VOZ Y BANDERAS PROPIAS, lo que es más CON OBJETIVOS DE CLASE.







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