Propuesta de la Unión General De Trabajadores del Ecuador
(UGTE) al XI Encuentro de Sindicalistas Latinoamericanos y Caribeños.
LA TERCERIZACIÓN Y LA LUCHA DE LOS TRABAJADORES POR SUS
DERECHOS
En el
enfrentamiento de clases, tanto la burguesía como la clase obrera, elaboran e
impulsan políticas que van en función de sus intereses; esto, en lo ideológico,
político y organizativo.
Desde la
burguesía, de distintas maneras siempre apunta a atacar los derechos de los
trabajadores, en el objetivo de hacerlos presa fácil para la sobre explotación;
en esa práctica se institucionalizó la Tercerización, que es un mecanismo de
triangulación laboral, en la cual los trabajadores quedan en la indefensión.
Como parte de lo que la patronal llama Flexibilización Laboral.
LA TERCERIZACIÓN UN PRODUCTO PARTICULAR DE LA LLAMADA
“FLEXIBILIZACIÓN LABORAL”
La Tercerización,
como parte de la llamada “Flexibilización Laboral”, es una política de la
burguesía para sobre explotar a la clase obrera, en base a desarmarla
ideológica, política y sindicalmente; busca dispersarla, enfrentarla y
desconocer derechos laborales y sindicales, mediante el mañoso criterio en esta
triangulación laboral, que no se establece con claridad con quien o quienes,
los trabajadores, acuerdan sus relaciones laborales.
Esta práctica
fraudulenta, de la patronal, viene desde los famosos “contratistas”, práctica
que con el tiempo, los explotadores, la fueron perfeccionando al punto de
volverla empresa rentable; es de tener presente que con este tipo de contratos
se da paso a la profundización de la precarización laboral.
En la lógica del
capitalismo, los trabajadores deben rendirles ganancias en todo lo que más
puedan; en el caso de la tercerización, se da una ilegal, burda y miserable
utilización del ser humano; conocidos por todos es, que se contratan, a través
de supuestos terceros, a personas para que laboren en determinada empresa o
institución; del monto de dicho contrato, queda una parte, en manos de los que
firman el “arrendamiento del trabajador”.
O sea que unos
cuantos pícaros ganan sin hacer nada con la sangre y el sudor ajeno, mientras
que los otros pícaros, los que se benefician directamente de lo que genera el
trabajador, se quedan con la plusvalía que produce el obrero.
Claro que en
muchos casos los mismos empresarios son los tercerizadores, con lo cual el
negocio lo hacen redondo.
Es innegable que
quienes son tercerizados están expuestos a los abusos interminables de la
patronal, ya sea en jornadas laborales que fácilmente superan las 12 horas
diarias; ya sea en remuneraciones en las que se las recortan sin derecho al
reclamo; ya sea en la estabilidad, afiliación a la seguridad social, con la
famosa rotación en la contratación que cambia sólo en el membrete del contrato,
pues en los hecho sigue en la misma ubicación; ya sea en el pago de utilidades,
en las que no tiene siquiera derecho a patalear.
Si bien esos
derechos son vulnerados de forma burda, lo principal de la tercerización está
en impedir el cumplimiento de derechos colectivos y en particular el de libre
derecho a la organización sindical y contratación colectiva, con ello impiden
el derecho de educarse sindicalmente como clase obrera.
Vale concluir que
con la tercerización se cumple la lógica del capitalismo de obtener mayores
ganancias sobre explotando el trabajo asalariado; que la tercerización es una
de las causas de la precarización laboral.
EL PAPEL DE LA INSTITUCIONALIDAD BURGUESA Y EN PARTICULAR
DE LOS GOBIERNOS.
De forma ilegal y
hasta abusiva; lo que es más, aprovechando la afectación del movimiento obrero
en los años 90´s, en el caso de nuestro país, ésta práctica fue legalizada con
acuerdos ministeriales, decretos ejecutivos, sentencia judiciales y leyes;
desde luego por los representantes de las oligarquías que participan en los
órganos del ejecutivo, legislativo y judicial.
Fueron muchos los
casos en que se demostró la responsabilidad directa y solidaria de los
patronos, el acceso que le asistían a los empleados a beneficiarse de aspectos
de la legislación, la obligatoriedad de la filiación a la seguridad social,
pero esto no importó, a jueces de todo tipo, para negar y desconocer derechos
de los trabajadores.
La aplicación de
la tercerización en empresas e instituciones públicas, demostró la naturaleza
de los gobiernos de turno, que en diferentes casos no sólo eran representantes
de empresarios, sino que actuaron como patronos directos, como dueños principales
o accionistas de las empresas usuarias o prestadoras de servicios.
LA ACCIÓN DEL MOVIMIENTO SINDICAL EN CONTRA DE LA
TERCERIZACIÓN.
El movimiento
sindical y en particular el sindicalismo revolucionario, en todo momento
denunció y rechazó la tercerización como medio de sobre explotación a los
trabajadores; de diferentes maneras demostró las ilegalidades que se cometieron
con esta forma de contratación laboral; si bien en un comienzo se mostraron
limitaciones en el nivel y alcance de las acciones, estas fueron creciendo en
medio de importantes iniciativas que unieron y movilizaron a importantes
sectores.
En el caso del
Ecuador, en medio de la lucha contra el neoliberalismo y de los golpes que se
asestó a este modelo, el combate contra la tercerización tomó fuerza y puso en
el debate de la sociedad, a la tercerización y sus alcances como uno de los
temas principales.
Seminarios,
paneles, conversatorios, asambleas, debates en otros espacios fueron tomados
por el movimiento sindical para ganar razón en su posición de condena a la tercerización,
desde luego que parte de la condena era EL PLANTEAMIENTO DE LA ELIMINACIÓN DE
ESTE SISTEMA DE SOBRE EXPLOTACIÓN A LA CLASE OBRERA, llamado tercerización.
Importante
experiencia se dio en el plano de la propaganda, con lo que se ganó la adhesión
de otros sectores populares, los mismos que sumaron fuerzas en esa importante
cruzada, por los derechos de los trabajadores.
El movimiento
sindical no se quedó sólo en la prédica de su propuestas, junto a la difusión
de sus planteamiento caminó en desarrollar la organización de trabajadores
tercerizados, en unos casos buscando la legalidad y en otros impulsando
acciones que se hicieron sentir, al punto que varias reclamaciones tuvieron que
ser aceptadas.
La organización
de tercerizados rompió el marco de lo local, hubo experiencias
interprovinciales y por rama de trabajo; los conflictos particulares tomaron mejor
alcance que obligó a muchos patrones a preocuparse y dar respuesta.
Si bien las
principales experiencias fueron en el sector público, de ninguna manera puede
pensarse que nada pasó en el privado; allí hubo la solidaridad, como aspecto
principal, de lo poco que había en organización sindical.
En el cambio de
correlación de fuerzas políticas, a lo que aportó el movimiento obrero y
popular, se estableció un nuevo escenario en el que la lucha CONTRA LA
TERCERIZACIÓN alcanzó nuevas posibilidades; las que fueron aprovechadas
adecuadamente para golpear de forma contundente.
Es así que en la
letra de legislación, tanto en Mandatos Constitucionales, como en la propia
Constitución, se señaló el reconocimiento de derechos laborales y sindicales,
al tiempo que se reducían espacios para esta forma de contratación laboral.
Si bien la
victoria no fue total, no es menos cierto que ese triunfo parcial animó más la
lucha sindical; de forma inmediata se incrementó el número de sindicalizados y
con ello crecieron las centrales sindicales.
LAS NUEVAS MAÑOSERÍAS DE
LOS TERCERIZADORES.
Siempre señalamos
que lo alcanzado en materia de derechos laborales, en la Constitución, fue
importante, que se dio paso a avances democráticos; pero al mismo tiempo
sostuvimos que no se habían alcanzado todos los derechos que corresponden, que
el cumplimiento de lo logrado estaba en relación a la capacidad de acción para
exigir su cumplimiento.
En el caso de la
Tercerización manifestamos, en su momento, que se la había golpeado, pero que
no quedaba abolida, vale recordar las vacilaciones y debilidades de la bancada
del gobierno que los orientó y llevó a dejar aspectos que posibilitan mañoserías,
a favor de la patronal, en lo contractual.
Más adelante,
como expresión de la derechización de Correa, se fueron agregando a distintas
leyes, varias “iniciativas” de contratación que hacen parte de la precarización
laboral.
Como iniciativa
del Correísmo, a la tercerización laboral ahora se la llama externalización de
servicios, concepto y práctica que en muchos casos contradicen abiertamente lo
establecido en el plano legal; vale recodar que con la externalización se
despide trabajadores y se entrega a terceros áreas que son total
responsabilidad de las empresas e instituciones.
En otros casos se
siguen manteniendo contratos mediante terceros, aduciendo que son actividades
de alcance tecnológicas, cuando en los hechos es una simple actividad manual y
rutinaria que la hacen los trabajadores a la intemperie.
NUESTRA PROPUESTA
ACTUAL.
Como se señaló al
inicio del presente trabajo, las clases sociales, a través de sus
organizaciones, elaboran e impulsan propuesta de acuerdo a sus intereses de
corto, mediano y largo alcance; en el caso del sindicalismo revolucionario
levantamos la bandera de la lucha de la clase obrera por el cumplimiento de su
misión histórica; la lucha por edificar su sociedad, EL SOCIALISMO.
En esa vía para
unir y desarrollar la organización y acciones clasistas convocamos al combate
por la recuperación y en defensa de los derechos laborales y sindicales,
derechos tanto colectivos e individuales; derechos que protejan a los
trabajadores de la voracidad empresarial y le permitan irse uniendo y tomando
conciencia de sus interés de clases reivindicativos y políticos.
De forma
particular, en la lucha contra la tercerización, planteamos la eliminación de
todo tipo de contrato que precarice la actividad laboral; que las modalidades
de contrataciones sean en relación directa con quienes se beneficie de la obra;
señalamos que en el caso de actividades ocasionales, por temporadas, de
servicios profesionales, ya están establecidos los tipos de contratos que
corresponden.
Insistimos que la
posibilidad cierta de combatir el desempleo es desarrollando el aparato
productivo nacional, utilizando toda la capacidad instalada y de ninguna manera
eliminado o recortando derechos a los trabajadores, como lo hacen hasta ahora y
con lo cual jamás han resuelto los problemas de la economía.
Queda claro que
la lucha por los derechos de los trabajadores está en íntima relación a la
capacidad de acción del movimiento sindical y a la correlación de fuerzas
políticas que existan en las instituciones que aprobarán la legislación
correspondiente.
Por ello la
propuesta no es sólo legal en primer lugar, sino y sobre todo sindical para
potenciar al movimiento de trabajadores en el escenario actual con VOZ Y
BANDERAS PROPIAS, lo que es más CON OBJETIVOS DE CLASE.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario