DOCUMENTO SOBRE LA SITUACIÓN DE LA CLASE TRABAJADORA
SALVADOREÑA
Por el Sindicato de Trabajadores Independientes de Oficios Varios de El Salvador (STINOVES) Coordinadora Sindical Salvadoreña (CSS)
¿En qué condiciones se encuentra la clase trabajadora
salvadoreña?
Según el último censo poblacional del 2016 contamos con
una Población Económicamente Activa de 2,
931,653 personas; de este total el 58.6%
son hombres y el 41.4% mujeres. La PEA está compuesta por el 65.4% de área
urbana, y 34.6% personas residen en el área rural. El 55.8% de la PEA es población de 16 a 39 años de edad. La
tasa de ocupación es de 93% (91.9% hombres y 94.7% mujeres). El desempleo es de 7%, pero hay que
destacar que el 54.8% de los ocupados trabajan como asalariados. De estos el 41.3% son permanentes y el 13.5%
temporales. Por otra parte
el 28.9% pertenece al sector por
cuenta propia, de estos
el 26.1% son cuenta propia sin local y el 2.8% cuenta propia con local.
El 7.1% se
ocupa como familiar no
remunerado, el 5.0% como
servicio doméstico y
el 4.0% como empleador o patrono.
Al
contrastar con la realidad esos datos las cosas son muy diferentes, ya que el
gobierno oculta que el sector por cuenta propia a pesar que se emplea en alguna
actividad económica no goza con las condiciones laborales mínimas ni siquiera
se puede decir que gocen de derechos laborales ya que son excluidos del
sistema. El crecimiento de este sector es producto de la agudización de la
crisis económica y las políticas fiscales aplicadas por los gobiernos dentro
del marco los ajustes estructurales impuestos por el Fondo Monetario
Internacional y otros organismos financieros que han hecho casi imposible para
la mayoría de trabajadores insertarse en el trabajo formal, y para subsistir se
tiene como única alternativa el autoempleo. El gobierno adorna con palabras bonitas
y llama “emprendedores” a personas que inician su jornada laboral a las cuatro
de la mañana y la terminan a las once de la noche, los siete días de la semana,
como es el caso muchas vendedoras que están en las calles del centro de San
Salvador.
Ser
trabajador por cuenta propia es dedicarse, no solamente a una actividad
económica, dentro de esta variedad encontramos quienes se dedican al comercio,
servicio, manufactura, restaurante, hoteles, artesanos, oficios varios,
vendedores ambulantes,... Es decir abarca a trabajadores manuales,
intelectuales, del campo y la ciudad cuya condición es que no tenga un patrón a
quien venderle su fuerza de trabajo, hay de todas las edades y condiciones:
personas con discapacidad, jóvenes que han abandonado sus estudios, estudiantes
que para pagarse sus estudios y salir adelante combinan el trabajo con el
estudio, profesionales desempleados, y los más antiguos que fueron producto de
la migración del campo a la ciudad en los periodos más críticos de la guerra,
etc.
La mayoría
no cuenta con
seguridad social y
previsional, ni acceso
a planes de financiamiento de vivienda de interés
social, ni oportunidades de créditos. En cuanto a los ingresos la gran mayoría
no alcanza a llegar al salario mínimo mensual, no hay horario de trabajo fijo,
el capital proviene de préstamos que pagan a intereses de 25%, o de fondos
propios, consiguen las mercaderías o insumos a consignación, de los negocios
minoristas y sobre todo de los mayoristas. Son víctimas de la delincuencia, de
represión, de la exclusión, pero nunca se reconoce que ante la difícil
situación que enfrentamos como pueblo, son las remesas y el sector por cuenta
propia quien mantiene la economía del país.
Nuestro
sindicato pertenece al sector por cuenta propia, específicamente integrado por
trabajadores de oficios varios, al no tener una patronal nuestros conflictos
son con el sistema mismo, contra las políticas antipopulares y anti laborales
del gobierno, la clase dominante y del imperialismo; luchamos por la defensa
intereses económicos, sociales y profesionales de los trabajadores por cuenta
propia, sean estos trabajadores manuales o intelectuales del campo o la ciudad.
Procuramos fomentar la solidaridad militante al interior y afuera del
sindicato.
Gracias
a nuestra composición tan variada ponemos a disposición los conocimientos
técnicos, profesionales, y de todas nuestras habilidades propias de nuestros
oficios, en función de hacer avanzar la lucha por la emancipación de nuestra
clase y construir una tendencia clasista en seno del movimiento obrero,
estableciendo escuelas de formación política. Contamos con una biblioteca,
además promovemos conferencias, conversatorios, y contamos con un órgano de
divulgación social, científica y artística que se llama La Chispa Obrera,
pertenecemos a la Coordinadora Sindical Salvadoreña para luchar de forma
conjunta por la defensa de los intereses generales de la clase trabajadora que
se recogen en su Programa de lucha. El arte en sus diferentes manifestaciones
es un arma muy valiosa que tenemos y la utilizamos para llegar al pueblo y a la
clase trabajadora, consideramos importante que por todos los medios posibles se
eleve el nivel cultural, moral, social, político y económico de todos los
afiliados.
Siguiendo
los datos de la PEA profundicemos más acerca de las condiciones en las que se
desenvuelve la fuerza laboral en el país. Desde 1989, en El Salvador inicia de
lleno la implementación de los Programas de Ajuste Estructural y de
Estabilización Económica promovidos por los organismos financieros
internacionales que mencionamos anteriormente. La Firma de los Acuerdos de Paz
entre el gobierno de ARENA y la comandancia del FMLN permitió que se
implementaran con mayor facilidad. En el capítulo cinco de esos acuerdos ambas
partes se comprometen a impulsar conscientemente el modelo neoliberal en el
país, a pesar de las consecuencias negativas que eso acarrearía al pueblo y a
la clase trabajadora, y para amortiguar el golpe, a la par del programa de
ajuste neoliberal se debían implementar “programas de compensación social”
(asistencialismo). Se plantea que la privatización de las empresas públicas
traería grandes beneficios a los trabajadores ya que estos se convertirían en
socios.
En
1995, el gobierno llevo a cabo una gran ofensiva neoliberal con la ejecución de
su programa de modernización económica, que incluía el incremento de 3 puntos
al IVA, eliminación de aranceles a las importaciones, el despido de 15,000
empleados públicos, la privatización de las telecomunicaciones, del sistema de
pensiones, y del sistema de distribución de energía eléctrica. Los siguientes
gobiernos continuaron esta ofensiva cumpliendo con cada una de las etapas del
programa de ajuste estructural.
Ahora
bien, ¿Cuál ha sido el impacto directo
del neoliberalismo en la clase trabajadora luego de 28 años?
El
mayor impacto se debe a la implementación de la Flexibilidad Laboral, la cual esta destruyendo grandes conquistas
como la jornada laboral de ocho horas, pago de horas extras, nocturnidad,
contratación colectiva, pago de aguinaldos, permisos por maternidad, permiso
por lactancia, seguridad social, libertad sindical, derecho a la huelga,
beneficios como guarderías, comedores, transporte, bonificaciones, días de
descanso y vacaciones entre otras. Para los empresarios los derechos laborales
son una carga insostenible para sus empresas, además consideran que el problema
económico del país es a consecuencia de los “muchos” beneficios laborales.
Vamos
a enumerar algunas medidas que los empresarios están aplicando bajo la
modalidad de trabajo flexible en el país:
El
salario: La empresa privada ha estado
presionando para que se eliminen los salarios mínimos, para ello se requiere
una reforma pero no lo han conseguido. Para que haya un incremento de salario
hay que esperar tres años, y es la instancia tripartita del Consejo Nacional
del Salario Mínimo el que lo determina. Desde su origen, para lo único que ha
servido este organismo es para engordar a esos representantes con jugosas “dietas”,
ya que nunca han aprobado un incremento de salario que en verdad valga la pena,
los representantes laborales se han vendido por tradición a los intereses de la
empresa privada o del gobierno.
El salario
mínimo actual entró en vigencia a partir del 1 de enero de 2017. Este salario
es de $300.00 para el sector comercio y servicios, industria e ingenios
azucareros; $295.00 para el sector maquila textil y confección; $210.00 para
trabajadores agropecuarios, recolección de café, de algodón, y en los
beneficios de algodón; $224.10 para la recolección de caña de azúcar y
beneficios de café. Este salario sigue siendo una burla y viola la Constitución
que en su art. 38, inciso II, dice que el salario debe de corresponder al alto
costo de la vida, es decir entre $600.00 y $700.00.
El
salario mínimo solo cubre a un poco más del 20% de la Población Económicamente
Activa en el sector privado, por tanto no representa un cambio significativo en
el mejoramiento de las condiciones de vida de la mayoría del pueblo y es más al
no existir regulación por parte del gobierno en los precios de los productos y
servicios de primera necesidad, los especuladores de forma desmedida venden los
productos a precios muy elevados.
Tipos de contratos
Contratos por metas de producción: Este
tipo de contratación obliga a los trabajadores a que produzcan una determinada
cantidad de mercancías por día.
Un
ejemplo, nos lo dan las compañeras del Sindicato de la Industria Textil,
Similares y Conexos de El Salvador, SITSCES. La Compañera Ada, nos cuanta que
la patronal contrata a una trabajadora por un salario mensual de $295.00, por
ocho horas diarias, pero, por hora, ella tiene que sacar 120 piezas, (por
ejemplo, las mangas de una camisa) estas se multiplican por las ocho horas y
deben haber hecho al finalizar la jornada 960 piezas.
Si
después de haber trabajado las ocho horas, la trabajadora solamente ha
elaborado 720 piezas entonces tiene que quedarse dos horas más para completar
la meta. Al final trabaja diez horas pero solo le pagan el equivalente a ocho
horas. De la misma manera, si la trabajadora no se puede quedar más tiempo el
día en que no completo la meta, tiene que trabajar los fines de semana sin
recibir ninguna remuneración. Otra peculiaridad que hay en esta modalidad es
que hay algunas trabajadoras que logran hacer 1,080 piezas o más durante la
jornada de ocho horas, la patronal les ofrece un incentivo de $1 por esas 120
piezas, sin embargo, estas trabajadoras deben hacer 1,080 piezas durante cinco
días consecutivos, para que les paguen ese dólar. Si no lo consiguen, aunque
hayan mantenido ese ritmo de producción durante cuatro días, inmediatamente
pierden el incentivo. La patronal no les reconoce ni un cinco por esas 480
piezas.
Hay
que agregar que una trabajadora de las maquilas es sometida a condiciones
laborales en las cuales no tiene tiempo ni para ir al baño, motivo por el cual
muchas tienen problemas en los riñones, en algunas ocasiones la patronal cierra
bajo llave las puertas de los baños e instan a las trabajadoras a no ingerir
agua u otros líquidos, también desarrollan otro tipo de enfermedades como el
Túnel carpiano, insuficiencia renal, enfermedades respiratorias, problemas
nerviosos, etc., etc. No se pueden dar el lujo de tomarse días de descanso, si
se enferman y van a pasar consulta al seguro social, la empresa les descuenta
el séptimo, y no les paga las horas que se demoró pasando consulta en el Seguro
aunque lleven la constancia.
Actualmente
los empresarios están presionando para que se incremente la jornada laboral a
12 horas para el sector maquilas. Y debido al aumento de salario que entró en
vigencia este año, se ha incrementado la carga laboral y están obligando a las
trabajadoras a que saquen en ocho horas la producción de doce horas.
La
lucha de la Federación Sindical de El Salvador (FESS) permitió mejorar la
situación de las trabajadoras de maquilas, especialmente en la Zona Franca de
San Marcos. Por medio de la huelga, se logró reivindicar muchos derechos que
eran pisoteados, entre ellos a que la patronal pague los tres días de
incapacidad y el tiempo que se tarde la trabajadora en ir al Seguro; que se
pague aguinaldo, indemnización en base a la antigüedad, en caso de despido; que
se paguen las vacaciones en el tiempo que corresponde; que se disminuya la
carga laboral; que se reconozca el pago de horas extras; mejoras salariales,
estabilidad laboral, entre otros. Y en cuanto a la libertad sindical, hace años
se logró poner una demanda internacional que obligo a que viniera un
representante de las patentes o marcas a verificar las condiciones laborales en
las que se trabajaba en la Zona Franca, esto permitió el reconocimiento de la
organización sindical y entablar un diálogo directo entre la patronal y el
sindicato. Con el paso del tiempo las cosas han ido cambiando y las patronales
están volviendo a las mismas prácticas de querer acabarse a los sindicatos, y
por el momento se puede decir que al interior de la Zona Franca de San Marcos,
pese a los duros golpes que ha sufrido la FESS, en este último año, no deja de
ser una organización que se ha mantenido firme en la defensa de los derechos
las compañeras trabajadoras de maquila por medio del SITSCES.
-Contrato temporal:
Este se da tanto en el sector público y privado, hay contratos de tres, seis y
doce meses, esta modalidad impide que las personas acumulen antigüedad y el
empresario está en la libertad de renovar el contrato o de contratar a otra
persona sin mayor complicación.
-Contratos con periodos de prueba de seis meses:
Esta práctica es muy común en el sector comercio, según la ley el periodo de
prueba no debe exceder un mes, después de ese tiempo la empresa está obligada a
brindarle todas las prestaciones que le corresponden a cualquier trabajador. Es
la juventud trabajadora la más afectada, ya que después de uno, dos o más meses
de estar laborando, simplemente las echan sin darles ningún pago por los
servicios prestados. Es muy común en los negocios de comida rápida de las
transnacionales como Pollo Campero, Pizza Hut, Mc Donals, entre otros.
-El pago por comisiones sobre venta: Esto
se da sobre todo en los almacenes, donde se le paga a una persona que trabaja
una pequeña porción (comisión) de lo que logra vender. Este tipo de pago no
llega a cubrir ni el salario mínimo.
-TERCERIZACIÓN LABORAL:
es una forma de precarizar el trabajo, ya que no está regulada por leyes, esta
modalidad está presente tanto en el sector privado como en el público e incluye
actividades como mantenimiento, limpieza, seguridad, servicios profesionales,
operarios de maquilas, call center, recepcionistas, secretarias, asistentes,
entre otras.
En
relación a eso, a continuación describimos un tanto acerca de la situación real
de los trabajadores de seguridad privada en El Salvador, gracias a una entrevista
hecha al compañero Eduardo, quien es directivo de SIGATSPES, un sindicato de
seguridad privada muy consecuente y combativo.
La
industria de seguridad privada cuenta con alrededor de 350 a 400 empresas y 70
mil agentes de seguridad a nivel nacional.
Este negocio ha sido muy lucrativo para los empresarios, que en este
caso, en su mayoría son ex coroneles, hijos de coroneles, capitanes, y del alto
mando de los antiguos cuerpos represivos que desaparecieron con la firma de los
Acuerdos de Paz. También es un negocio en el que está involucrada la clase
política, y una gran cantidad de empresarios que han reorientado sus
inversiones hacia este rubro. Por ejemplo, la empresa que brinda el servicio de
seguridad privada al Instituto Nacional
de los Deportes (INDES), recibe por cada agente de seguridad que hace turnos de
24 horas, $1200.00, y $600-$700 por los que hacen turnos de doce horas, pero a
los agentes de seguridad le pagan el salario mínimo de $300.00 ($272.25 con
descuentos).
Las
condiciones en las que se labora en este rubro son de esclavitud, a la mayoría
de agentes de seguridad no se les brindan las prestaciones laborales mínimas. No
tienen seguro social ni cotizan en las AFP porque el empresario se roba el
porcentaje de dinero que se le descuenta al trabajador destinado para eso.
En
cuanto a la jornada laboral, estos trabajadores deben someterse a realizar 4
turnos de 24 horas a la semana, alternándose un día si uno no de manera
consecutiva, o deben hacer seis turnos de doce horas “descansando” un día a la
semana, en total hacen 96 a la semana, lo que significa que hay 52 horas que no
son remuneradas. No se reconoce el pago de horas extras ni de nocturnidad. Si
el mes tiene 30 días hacen 15 turnos de 24 horas, si es de 31 hacen 16 turnos
pero solamente se le reconocen los 15.
El turno de 24 horas se paga como jornada normal de 8 horas, no hay días
de descanso, ni vacaciones, ni días de asueto, ni aguinaldo, ni tampoco
estabilidad laboral, mucho menos derecho a la sindicalización. La patronal maltrata
física y verbalmente a los agentes de seguridad. Los uniformes y otros insumos
son descontados del salario.
En
cuando a la libre sindicalización ha habido grandes logros y también se
atraviesan por infinidad de dificultades. En principio ser sindicalista es ser
enemigo de la empresa, y de inmediato hay que darse por despedido, por otra
parte, los trabajadores, en buena medida, consideran que los sindicatos se
venden. Sin embargo, desde hace un poco más de siete años esta situación ha ido
cambiando, el surgimiento del Sindicato de Agentes Trabajadores y Trabajadoras
de la Industria de Seguridad Privada de El Salvador (SATISPES), del Sindicato
del Gremio de Agentes Trabajadoras y Trabajadores de Seguridad Privada de El
Salvador (SIGATSPES), y del Sindicato de Trabajadores de la Industria de
Agentes de Seguridad Privada de El Salvador (SITIASPES), permitió ganarse la
credibilidad y cambiar la percepción negativa que se tenía hacia la
organización sindical, esto debido a la combatividad que muestran estos
sindicatos. Parte de su lucha, en el caso de SIGATSPES, ha permitido que a sus
afiliados y afiliadas se le reconozcan la mayoría de derechos laborales, entre
ellos la reducción de la jornada de 96 horas a la semana a 44, que se pague:
horas extras, nocturnidad, Seguro Social, AFP, seguro de vida, 100% de
indemnización en caso de despido, días de asueto, vacaciones, aguinaldo
etc. Que se les brinde la copia del
contrato de trabajo, boleta de pagos, constancias de salario, para verificar
que la patronal no cometa ninguna anomalía con su salario.
Para
el compañero Eduardo, la clave de estos logros está “en crear consciencia de clase por medio de una escuela sindical una
vez por semana, consciencia de los derechos como trabajadores, como seres
humanos e identificar al enemigo que es el empresario y no nosotros mismos. La
burguesía implementa la división, nosotros queremos unirnos y defender los
derechos como uno solo”. La solidaridad y la camaradería son los principios
que guían su lucha, gracias a esto han logrado superar las dificultades, ya que
desde un principio acompañan al trabajador orientándolo y dotándolo de
conocimiento para poder superar las trabas que pone el Ministerio de Trabajo
que es uno de los principales obstáculos al que se enfrentan los trabajadores
de seguridad privada al momento de querer defender sus derechos ya que con el
ánimo de beneficiar a la patronal esta institución establece trámites
burocráticos para desesperar al trabajador y que abandone las demandas. Para
SIGATSPES, todos estos procedimientos legales no son lo determinante sin
embargo consideran necesario hacerlos. Pero lo que en verdad ha permitido hacer
valer los derechos, es la acción directa.
Por
su parte SATISPES ha librado grandes batallas, exitosas algunas y otras que han
dejado grandes lecciones. Entre ellas la huelga de 45 días en la empresa Grupo
los Seis, el cierre de las Torres de Telefónica, lugar donde operaba la empresa
Gigante Express, encabezó junto a la Coordinadora Sindical Salvadoreña la toma
de las oficinas centrales del Ministerio de Trabajo, en la capital y también
las departamentales ubicadas una en Santa Ana y otra en la Libertad, para
exigir el respeto a los derechos laborales, de la misma manera ha sido la
acción directa la única forma de garantizar el respeto a los derechos que
diariamente son violentados por los empresarios de seguridad privada. Y como
dice el compañero Amílcar, “esta lucha
requiere paciencia y coraje” y tener claro que el “patrón le quiere dar al trabajador las migajas que se le caen de la
mesa, pero los trabajadores tienen derechos”. Y es por estos derechos por
lo que se lucha.
-DERECHO A LA SINDICALIZACIÓN.
Según los datos del Ministerio de Trabajo existen activos 490 sindicatos (hasta diciembre 2016), de los cuales 347 son privados (de gremio 46, de empresa 21, industria 65, y de
trabajadores independientes 215); y 109
son públicos; y 34 de instituciones
autónomas. Así mismo, 236,547
hombres y 69,738 mujeres se
encuentran afiliados en los 490 sindicatos, haciendo un total de 306, 285 personas sindicalizadas en
todo el país.Entre los sindicatos
privados e independientes suman una afiliación de 249,007 (202,851 hombres
y 46,156 mujeres), en los sindicatos
públicos hay una afiliación de 38,573
(23,835 hombres y 14,738 mujeres), en
los autónomos hay 18, 705 (9,861 hombres y 8,844 mujeres). En
las juntas directivas las mujeres representan el 38.07% y los hombres el
61.93%.
El
derecho a la sindicalización está contemplado en la Constitución de la
Republica, en el Código de Trabajo y en los convenios internacionales de OIT. A
pesar de esto las patronales tanto en el sector público como privado no se
respeta. En el sector público existe la amenaza de la aprobación de la Ley del
Servicio Público (antes Ley de la Función Pública), que al aprobarla,
inmediatamente el derecho a la libre sindicalización queda abolido. Sin
embargo, no hace falta esperar a que se apruebe esta ley ya que en la práctica
se hace hasta lo imposible por aniquilar a los sindicatos o impedir su acción
en beneficio de la clase trabajadora.
En
las instituciones del gobierno se ve claramente como cada día se agudizan los
ataques hacia los sindicatos, por ejemplo, en el ISDEMU (Instituto Salvadoreño
para el Desarrollo de Mujer), la Directora Yanira Argueta y la presidenta Vanda
Pignato están aplicando un Instructivo que limita la libertad sindical.
Específicamente lo que se busca con eso es aniquilar a USTTISDEMU que es el
sindicato que actualmente está peleando porque se respeten los derechos
laborales de las mujeres que trabajan en esa institución, y de los hombres que
en este caso son minoría. Ya se han puesto las demandas en todas las instancias
legales como en la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, la
Fiscalía, Ministerio de Trabajo, y se ha denunciado ante la OIT el accionar de
estas funcionarias.
Para
la compañera Sonia, secretaria general de USTTISDEMU: “no existe coherencia, es incompatible que funcionarias que violenten
las leyes, que violenten derechos constitucionales, funcionarias que ejercen
violencia contra las trabajadoras estén dirigiendo estas instituciones”.
Actualmente este sindicato está librando una ardua lucha para que se deje de
aplicar y se elimine el Instructivo que violenta la libertad sindical, y atenta
con la estabilidad laboral de las trabajadoras y trabajadores. USTTISDEMU exige
la destitución de las funcionarias.
Otro
caso lamentable es el que se da en la Procuraduría para la Defensa de los
Derechos Humanos, allí, la procuradora ha implementado una serie de ataques
sistemáticos en contra de SEPRODEHES. La administración de Raquel Caballero se
ha convertido en una tiranía, ha implementado un régimen de persecución en
contra de directivos y afiliados del sindicato. El compañero Carlos, secretario
general de SEPRODEHES, explica cuál es la situación real al interior de la
institución:
“Es una de las administraciones más demandadas, hay un
retroceso institucional en materia de derechos humanos, la PDDH no se pronuncia
ante el desangramiento y las graves violaciones de derechos humanos cometidos
por el Estado salvadoreño”. En cuanto a su
comportamiento hacia los trabajadores organizados, “la actitud de la procuradora es de llamar a los trabajadores
sindicalizados como delincuentes y terroristas”. En cuanto a su ética la
procuradora deja mucho que desear, ya que ha caído en el nepotismo, tiene a
familiares de su esposo trabajando en la institución.
La
titular “obliga a los compañeros
trabajadores a que renuncien, y hasta ha llegado a privar de libertad a
trabajadores para que renuncien. Ha cerrado tres delegaciones locales, en los
25 años de la institución no ha habido una procuradora como la actual. Se niega
al dialogo desde hace seis meses con el sindicato, acuso al sindicato de ser un
grupúsculo insignificante, a pesar que el 80 % de empleados están afiliados al
sindicato, hay una gran preocupación porque el primer año de gestión se ha
caracterizado por situaciones arbitrarias, hay un ambiente de frustración, decepción, tristeza, ya que la
institución ha de dejado de ser un ente donde había armonía, la titular se ha
dedicado a corromper el ambiente de armonía que existía, 5 minutos antes de que
termine cada jornada laboral los trabajadores esperan que les llegue el memorándum
en el cual quedan despedidos, removidos de sus cargos, privados de sus
funciones, trasladados, la mayoría de empleados vive en zozobra permanente por
la situación de inestabilidad que se vive en la institución, esta señora nos
viola los derechos como sindicalistas que están reconocidos legalmente, como el
fuero sindical, se ha dedicado a denigrar a la junta directiva, ve como
enemigos a los que la integran. La procuradora hacia adentro no tutela los
derechos humanos ni tampoco hacia afuera, un año ha sido suficiente para
demostrar que no tiene la capacidad de conducir la institución”.
Estos
casos, el que enfrenta USTTISDEMU y SEPRODEHES es una muestra de cómo el
derecho a la sindicalización se violenta cotidianamente y como la lucha y la
organización es la única garantía de los trabajadores para poder defenderse
ante estos ataques.
-SEGURIDAD SOCIAL: La previsión social
Hace
más de un año inicio el proceso de debate sobre la reforma del sistema de
pensiones. El debate se ha centrado entre políticos, economistas y los dueños
de las Administradoras de los Fondos de Pensiones (AFPs), excluyendo a los y
las cotizantes. Las discusiones se han hecho desde una perspectiva fiscal o
mercantilista y nunca desde el punto de vista del derecho a una previsión
social digna. La Coordinadora Sindical
Salvadoreña propone que se nacionalice el sistema de pensiones por medio de la
creación de una empresa estatal de carácter autónomo administrada por los
trabajadores y trabajadoras cotizantes y se acabe de una vez por todas con el
actual sistema privado que únicamente ha beneficiado a los dueños de las
Administradoras de los Fondos de Pensiones que año con año engordan sus
ganancias con sumas de hasta $110, 638,518 o más en concepto de comisión por
administración.
El
actual sistema de pensiones no permite que los trabajadores que están por
jubilarse puedan gozar de una pensión digna que garantice su vejez en
condiciones de vida apropiadas. De la misma forma es un sistema excluyente en
el que solo se encuentra cotizando el 24% de la Población Económicamente
Activa, de esta población un reducido número de cotizantes lograra reunir los
requisitos para pensionarse, y tiene que conformarse con una pensión miserable que solo sirve para unos cuantos
años, si al caso.
La CSS
impulsa la creación del Instituto Autónomo de Previsión Social (IAPS),
propuesta que es de conocimiento público y ha sido entregada a la Comisión de
Hacienda de la Asamblea Legislativa desde el año pasado pero hasta el momento
no se ha tenido ningún respuesta, por el
contrario ha sido invisibilizada, esto ha sido ya que la propuesta plantea una
solución real al problema y no una solución superficial como la que propone el
gobierno, la empresa privada y otros sectores que ven en la previsión social un
negocio muy lucrativo que temen perder o como una caja chica a disposición del
gobierno para resolver su crisis fiscal.
La
propuesta plantea volver al sistema solidario de reparto, en el que los
trabajadores de hoy, ayuden a los que se jubilen mañana, que el Estado en lugar
de saquear los fondos de pensiones contribuya presupuestariamente para
fortalecerlo, y la patronal estará obligada a pagar la parte que le
corresponda, con implicaciones judiciales si no cumple. Se terminara con la enorme desigualdad que existe en el
sistema privado en el que, por ejemplo una trabajadora de maquila, después de
25 años de cotización, y 55 años de edad de jubilación apenas logra una pensión
programada en base a sus ahorros de $207.60, mientras que los altos
funcionarios reciben pensiones de $5,000,00 y $12,000,00 mensuales. De la misma
forma el sistema que proponemos debe regirse por los principios de igualdad y
universalidad; libertad, transparencia y eficiencia con esto todos los sectores
de trabajadores (manuales e intelectuales del campo y la ciudad del sector
público, privado o por cuenta propia) podrán afiliarse para cotizar en el IAPS
y gozaran del derecho a una pensión digna y vitalicia sin discriminación, los
ahorros pertenecerán a los cotizantes y los únicos que pueden disponer de esos
fondo serán los cotizantes, ya que será un Consejo Administrativo integrado por
representantes de los trabajadores cotizantes de los diferentes sectores,
quienes decidirán sobre esos fondos en beneficio
de los mismos cotizantes.
El
sistema de pensiones IAPS tiene
como principio fundamental el derecho de los trabajadores y
trabajadoras, establecido en artículo 1o
de la Constitución de la República: “se reconoce a la persona humana como el origen
y el fin de la actividad
del Estado”…y debe
“asegurar a los
habitantes de la República, el goce de la libertad, salud,
la cultura, el bienestar económico y Justicia Social”. El IAPS debe ser una
entidad pública, en el sentido de que las contribuciones o cotizaciones de los
trabajadores y trabajadoras, solo pueden
destinarse a una
Institución Pública tal
como lo establece
el Artículo 225 de la Constitución de la República
y relacionado con el Articulo
228 que establece: “ninguna suma podrá comprometerse o abonarse
con cargo a fondos públicos,
sino es dentro
de las limitaciones
de un crédito presupuestario”… “Habrá una ley
especial que regulará las subvenciones, pensiones y jubilaciones que afecten
los fondos públicos”. Art. 50. “La seguridad
social constituye un
servicio público de
carácter obligatorio…al pago de la seguridad social contribuirán los
patronos, los trabajadores y el Estado en la forma y cuantía que determine la
ley”, finalmente el objetivo es poner
en marcha una
Institución Autónoma, que
sea la especialista
en la Seguridad Social, que supere todas las limitaciones que
tiene en
la actualidad el sistema de pensiones.
Algunas
consideraciones finales
Ante
esto que hemos estado analizando ¿Qué le
corresponde hacer al movimiento sindical clasista?
En primer lugar comprender
que el sistema capitalista tiene límites que pueden ser superados con nuestra
lucha y que la crisis económica capitalista es una oportunidad para que como clase
explotada comprendamos cual es nuestra verdadera fuerza, organicemos nuestras
propias luchas y establezcamos cuales son nuestras propias prioridades y
necesidades con independencia de clase. También es una oportunidad para la reorganización
del movimiento obrero, campesino, estudiantil, de pueblos originarios, de
mujeres, de jóvenes, de comunidad LGBTI+, entre otros, y elaborar una táctica
común, una lucha conjunta, no solo en los puntos en los que existe concordancia
sino con las miras de derrocar el poder del capital. En segundo lugar, tener claro que la actual “guerra” llevada
a cabo por el capital
contra los trabajadores
no sólo es económica y no meramente con fines de una
mayor y más profunda explotación de fuerza laboral, es una guerra generalizada,
ideológica, política, cultural, social y ambiental, por tanto tenemos que
prepararnos ideológica, política y organizativamente para duras luchas. En tercer lugar, forjar la unidad de
toda la clase trabajadora.
“Por la construcción de una tendencia clasista en el seno
del movimiento obrero”
¡Convertir la dispersión en reagrupamiento!
¡Osar luchar, Osar Vencer!
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